Más allá de la fecha de caducidad: las innovadoras estrategias de los supermercados para reducir el desperdicio alimentario

En un mundo cada vez más consciente de la sostenibilidad, la lucha contra el desperdicio alimentario se ha convertido en una prioridad global. Y los supermercados, como principales actores en la cadena alimentaria, están jugando un papel fundamental en esta batalla. Tradicionalmente asociados con la abundancia y el exceso, los supermercados están demostrando que es posible conciliar la rentabilidad con la responsabilidad social. A través de innovadoras estrategias y un compromiso firme con la sostenibilidad, están logrando reducir drásticamente la cantidad de alimentos que terminan en la basura.

De la cesta al plato: alargando la vida útil de los alimentos

Una de las claves para reducir el desperdicio alimentario es prolongar la vida útil de los productos. Los supermercados están implementando diversas estrategias para lograrlo:

  • Descuentos estratégicos: Al ofrecer descuentos en productos próximos a su fecha de caducidad, incentivan la compra y evitan que los alimentos se echen a perder.
  • Ubicación de los productos: Muchos supermercados ubican los productos más perecederos o con fechas más próximas a su caducidad en lugares estratégicos.
  • Innovación en productos: La creatividad está a la orden del día. Muchos supermercados están transformando los excedentes alimentarios en nuevos productos, como mermeladas, pan rallado o incluso cerveza artesanal.
  • Colaboración con bancos de alimentos: Donando los alimentos que no pueden vender, los supermercados contribuyen a alimentar a las personas más necesitadas y reducen el desperdicio.

Casos de éxito: las iniciativas de las grandes cadenas

Cadenas como Mercadona, Carrefour, Lidl y Alcampo están liderando el camino en la lucha contra el desperdicio alimentario. Mercadona, por ejemplo, ha implementado un sistema de gestión de residuos que le permite aprovechar al máximo todos los productos, desde los huesos de pollo para hacer caldo hasta las pieles de fruta para elaborar mermeladas. Carrefour ha lanzado su programa «Act for Food» con el objetivo de reducir a cero el desperdicio alimentario, y ha puesto en marcha iniciativas como la venta de frutas y verduras consideradas “feas” a precios reducidos. Lidl ha popularizado las «bolsas antidesperdicio», que contienen frutas y verduras con pequeños desperfectos estéticos a un precio muy atractivo. Por su parte Alcampo ha creado las «Happy Box», cestas con productos de calidad a precios reducidos, y ha puesto en marcha un programa de donaciones a bancos de alimentos. Aldi también se ha unido, utilizando entre otras cosas una plataforma de planificación de la demanda automatizada para evitar productos excedentes en tienda y reducir al máximo el desperdicio de alimentos.

Pero no solo las grandes cadenas están involucradas en esta lucha. Los supermercados de proximidad también están adoptando medidas para reducir el desperdicio alimentario. Muchos de ellos colaboran con productores locales, lo que les permite ajustar mejor las cantidades de producto a la demanda y reducir los excedentes. Además, algunos ofrecen servicios de venta a granel, lo que permite a los consumidores comprar solo la cantidad que necesitan.

A pesar de los avances logrados, aún queda mucho por hacer. Uno de los principales desafíos es concienciar a los consumidores sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario y cambiar sus hábitos de consumo. Además, es necesario seguir investigando y desarrollando nuevas tecnologías y soluciones para optimizar la gestión de la cadena de suministro y reducir las pérdidas a lo largo de todo el proceso. El futuro del sector alimentario pasa por una producción y consumo más sostenibles. Los supermercados están demostrando que es posible conciliar la rentabilidad con la responsabilidad social, y su compromiso con la lucha contra el desperdicio alimentario es un ejemplo a seguir para todos.

En PlanB estamos comprometidos con la lucha contra el desperdicio, es por ello que nos esforzamos por dotar a los Bancos de Alimentos, y a todos los miembros de la cadena alimentaria, de las herramientas necesarias para ser más eficaces en el reaprovechamiento de los excedentes alimentarios, siempre en beneficio de los más vulnerables. Para ello, recogemos diferentes iniciativas en la forma de prestar servicio, sustentada por una plataforma tecnológica que crea un sólido nexo entre donantes, Bancos de Alimentos y entidades beneficiarias.