Los KPIs que tu informe ESG necesita y que PlanB te ayuda a activar

Con la LPPDA entrando en vigor plena en 2026, medir y reportar el desperdicio alimentario será clave para las empresas. Este artículo explica los KPIs esenciales para tu informe ESG —como volumen donado, reducción anual, trazabilidad o impacto social— y cómo PlanB facilita su registro y reporte conectando excedentes con la red de Bancos de Alimentos. Medir no solo ayuda a cumplir la ley: convierte cada donación en impacto real para las personas y el planeta.

La sostenibilidad ya no se mide solo en buenas intenciones. Cada vez más empresas necesitan demostrar con datos su compromiso ambiental y social. En ese camino, los KPIs (indicadores clave de desempeño) se han vuelto imprescindibles: son los que muestran si realmente estamos avanzando hacia una gestión más responsable.

Y en materia de desperdicio alimentario, estos indicadores serán aún más importantes con la llegada de la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario (LPPDA), que empezará a aplicarse plenamente —con sanciones incluidas— en abril de 2026. En este otro artículo puedes encontrar más información sobre la LPPDA.

Por qué medir importa (y mucho)

En sostenibilidad, no se puede mejorar lo que no se mide. La LPPDA y los informes ESG comparten una misma idea: para reducir el desperdicio y aprovechar mejor los recursos, hay que medir, registrar y reportar.

  • Medir: saber cuánto alimento se pierde o se dona, y en qué parte del proceso ocurre.
  • Registrar: anotar esos datos de forma ordenada y continua, para entender patrones y detectar mejoras.
  • Reportar: comunicar los resultados, tanto a las administraciones como a los grupos de interés (clientes, inversores o la propia sociedad).

En resumen: medir te da información; registrar te da control; y reportar te da credibilidad.

Indicadores que marcan la diferencia

Los KPIs son mucho más que números. Son una forma de traducir el compromiso en resultados concretos. Algunos ejemplos clave para tu estrategia ESG son:

  • % de alimentos recuperados o donados frente al total disponible.
  • Reducción anual del desperdicio alimentario, comparando con el año anterior.
  • Trazabilidad de los excedentes, para saber a dónde va cada producto.
  • Impacto social de las donaciones, midiendo cuántas personas o entidades se benefician.
  • Huella ambiental evitada, gracias al aprovechamiento de los alimentos (menos emisiones, agua y energía).
  • Número de alianzas o colaboraciones activas con entidades sociales o bancos de alimentos.

Estos indicadores no solo ayudan a cumplir la ley, sino que también muestran cómo la empresa genera valor y contribuye al bienestar social.

PlanB: convertir los datos en impacto positivo

Sabemos que medir, registrar y reportar puede sonar complejo. Pero no tiene por qué serlo. En PlanB ayudamos a las empresas a activar estos KPIs de manera práctica y sencilla.

Conectamos excedentes con organizaciones sociales y la red de 54 Bancos de Alimentos, asegurando que cada acción se refleje en indicadores verificables y en beneficios reales para la comunidad. Así, tu empresa no solo cumple con la normativa, sino que también demuestra impacto y compromiso dentro de su estrategia ESG.

Conclusión: medir para mejorar (y transformar)

La nueva LPPDA marca un punto de inflexión en la lucha contra el desperdicio alimentario. Pero más allá del cumplimiento legal, representa una oportunidad: convertir cada excedente en valor.

Adoptar KPIs claros y reportar los avances no es solo un requisito, sino una forma de mostrar transparencia, liderazgo y compromiso real.

En PlanB creemos que la sostenibilidad se construye con hechos medibles. Por eso, ayudamos a las empresas a transformar sus datos en historias de impacto positivo.

Porque cuando cada cifra refleja una mejora, todos ganamos: la empresa, las personas y el planeta.

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