La huella de carbono invisible del desperdicio alimentario: un reto logístico con impacto climático

La nueva calculadora de huella de carbono desarrollada por FESBAL y la UPM permite medir el impacto ambiental del desperdicio alimentario en la logística. Un paso clave para unir solidaridad y acción climática.

Cada kilo de alimentos desperdiciados no solo implica la pérdida de agua, tierra o energía. También deja una huella de carbono que suele pasar desapercibida. Transportar, almacenar y gestionar excedentes genera emisiones de CO₂ a lo largo de toda la cadena logística, convirtiéndose en un factor clave para comprender el impacto ambiental del desperdicio alimentario.

Consciente de este reto, FESBAL, en colaboración con la UPM (Universidad Politécnica de Madrid), presentaron recientemente sus avances en el desarrollo de una calculadora de huella de carbono específica para la gestión de excedentes alimentarios, en el 29º Congreso Internacional de Dirección e Ingeniería de Proyectos. 

Esta herramienta pionera permite cuantificar con rigor científico las emisiones derivadas de todo el proceso logístico: desde la recogida en los puntos de origen hasta la llegada a los bancos de alimentos y su distribución final.

Objetivos del proyecto

  • Medir para reducir: disponer de datos fiables que permitan conocer con precisión el impacto ambiental de la logística en el ciclo de aprovechamiento de alimentos. 
  • Apoyar la toma de decisiones: ofrecer a entidades sociales y empresas criterios objetivos para implantar mejoras en transporte, almacenamiento y distribución. 
  • Contribuir a la Agenda 2030: vincular la reducción del desperdicio alimentario (ODS 12) con la acción climática (ODS 13), mostrando que ambos desafíos están estrechamente conectados. Puedes ampliar información sobre los 17 objetivos de la ONU aquí.
  • Visibilizar lo invisible: poner cifras a un impacto ambiental que hasta ahora pasaba desapercibido. 
  • Reducir para mejorar: facilitar que entidades sociales, empresas y operadores logísticos identifiquen áreas críticas y optimicen su gestión. 
  • Fomentar la corresponsabilidad: demostrar que tanto donantes como gestores forman parte de la solución al problema climático.
  • Conectar con la Agenda 2030: reforzar la intersección entre el ODS 2 (Hambre Cero), el ODS 12 (Producción y Consumo Responsables) y el ODS 13 (Acción por el Clima).
17 ODS

Beneficios para donantes y colaboradores

Gracias a esta calculadora, los donantes de alimentos pueden conocer el impacto positivo que generan al colaborar con FESBAL. Gracias a la calculadora, pueden obtener un certificado acreditativo con datos de:

  • Alimentos donados.

  • Toneladas de CO₂ evitadas.

  • Periodo de referencia.

Este informe aporta transparencia, valor reputacional y fortalece el compromiso ESG de las empresas colaboradoras.

Ejemplo práctico

Imaginemos que una empresa logística dona 10 toneladas de frutas excedentes a un Banco de Alimentos en lugar de enviarlas a vertedero. La calculadora permite estimar que, gracias a esa decisión: 

  • Se han evitado las emisiones de CO que generarían el transporte y tratamiento como residuo. 
  • Se han optimizado los trayectos al integrarlos en rutas ya existentes de recogida. 
  • El resultado final podría suponer, por ejemplo, una reducción de 15 toneladas de CO equivalente, cifra equiparable a las emisiones anuales de más de 10 automóviles.

Conclusiones

El proyecto desarrollado desde la Cátedra de Bancos de Alimentos UPM-FESBAL demuestra que medir es el primer paso para mejorar. La calculadora de huella de carbono no solo cuantifica el impacto, sino que lo convierte en un argumento tangible para transformar la logística del desperdicio alimentario en una palanca de acción climática. Con ella, cada donación deja de ser solo un gesto solidario y se convierte también en un acto de compromiso ambiental con la sociedad y con el planeta. 

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