¡Luchando juntos contra el desperdicio! Consejos prácticos para hogares, restaurantes y empresas

¿Sabías que un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdicia? Esta cifra es alarmante y tiene un impacto directo en el medio ambiente, la economía y la sociedad.  En este sentido, mientras millones de personas pasan hambre, una gran cantidad de alimentos se desecha. Reducir el desperdicio significa garantizar el acceso a alimentos para muchas familias. Por otro lado, la producción de alimentos genera una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero y consume recursos naturales valiosos. Al reducir el desperdicio, contribuimos a mitigar el cambio climático y a proteger el planeta. Además, el desperdicio alimentario también supone una pérdida de dinero tanto para los productores como para los consumidores. Por todo ello, es necesario que todos los factores de la sociedad se unan para construir un futuro sin hambre y sin desperdicio. 

En el camino hacia la reducción del mismo, marcado por la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario (LPPDA), existen varias prácticas que facilitan la correcta gestión de mermas, ya sea en restaurantes, empresas o en casa. En este artículo, recordamos qué hacer para reducir la cantidad de comida que se tira.

Buenas prácticas para reducir el desperdicio en el hogar

Cada pequeño gesto cuenta. Reducir el desperdicio de alimentos en los hogares es fundamental por diversas razones, tanto a nivel individual como global. A continuación, exponemos algunas buenas prácticas:

  • Planificar las comidas: Antes de ir al supermercado, se recomienda elaborar un menú semanal y hacer una lista de la compra realista y adaptada a las necesidades de cada persona o familia.
  • Almacenar correctamente los alimentos: Utilizar recipientes herméticos y guardar los alimentos en las zonas adecuadas del refrigerador, dejando más a mano aquellos productos más perecederos o con una fecha de caducidad más temprana.
  • Comprobar las fechas de caducidad: Antes de comprar, hay que revisar las fechas de caducidad de los productos.
  • Cocinar las cantidades adecuadas: De esta forma, se evita preparar demasiada comida. En caso de que sobre, intentar congelarla o consumirla en los próximos días para evitar desperdiciar los restos. También se pueden utilizar las sobras para preparar nuevas recetas.
  • Comunicar: Informar a familiares y amigos sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario.

Buenas prácticas para restaurantes y empresas

En el caso de negocios y empresas, algunos consejos útiles son:

  • Optimizar la gestión de inventarios: Utilizar sistemas de gestión de inventario para controlar las existencias y evitar la sobreproducción.
  • Formar al personal: Capacitar al equipo sobre las buenas prácticas para reducir el desperdicio, como la correcta conservación de los alimentos y la gestión de las sobras.
  • Donar los alimentos excedentes: Colaborar con bancos de alimentos y otras organizaciones para donar los alimentos que no se puedan utilizar.
  • Ofrecer opciones de tamaño de ración: Permitir a los clientes elegir entre diferentes tamaños de ración para evitar el desperdicio de comida. Además, en el caso de los restaurantes, se recomienda ofrecer la posibilidad a los clientes de llevarse las sobras de la comida que hayan pedido. 
  • Innovar en los menús: Utilizar preferiblemente ingredientes de temporada y aprovechar al máximo los productos locales.
  • Utilizar herramientas: Tales como Apps o la IA para llevar a cabo un mayor control de los alimentos y desechos, y reducir el desperdicio alimentario.

En definitiva, cada pequeño gesto cuenta. Al reducir el desperdicio alimentario en nuestros hogares, en nuestros trabajos y en nuestra comunidad, estamos contribuyendo a un futuro más sostenible y equitativo. ¿Quieres conocer más sobre nuestras iniciativas? Visita nuestra web o ponte en contacto con nosotros.