
Si el desperdicio alimentario mundial fuera un país, generaría una huella de carbono superior a la de cualquier otro país del planeta, exceptuando China y Estados Unidos.
El desperdicio de alimentos es un problema mundial que afecta tanto al medio ambiente como a la seguridad alimentaria. Según la FAO, cada año se pierden toneladas de alimentos que podrían alimentar a 1.260 millones de personas que sufren hambre. Además, esta pérdida tiene graves consecuencias para el planeta, ya que genera una gran cantidad de gases de efecto invernadero que aceleran el cambio climático. Como afirma el Informe de Desperdicio Alimentario y Cambio Climático llevado a cabo por ECODES,