Los eventos deportivos y el desperdicio alimentario. Las buenas prácticas de los JJOO.
Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido mucho más que una celebración del deporte. Con un enfoque innovador y solidario, los organizadores lograron transformar un problema global en una oportunidad para ayudar a quienes más lo necesitan. Concretamente, se ha conseguido llevar a cabo una iniciativa cuyo principal objetivo radicaba en evitar y reducir el desperdicio de los alimentos que iban a consumir tanto deportistas como el resto de espectadores y asistentes al evento, una iniciativa que ha resultado ser ya todo un éxito. Este logro viene enmarcado en un contexto en el que el desperdicio y el hambre son un problema global, estimándose que la comida que se pierde y malgasta cada año podría alimentar a 1.260 millones de personas que sufren hambre, según datos de 2021 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Más allá de las medallas: un legado de solidaridad
En un mundo marcado por la creciente desigualdad y el cambio climático, los Juegos Olímpicos de París han demostrado que el deporte puede ser un catalizador para el cambio social y ambiental. Uno de los aspectos más destacados de este evento ha sido la iniciativa de redistribuir los alimentos no consumidos a organizaciones benéficas.
Gracias a un acuerdo entre el Comité Organizador de los Juegos y diversas asociaciones de ayuda alimentaria, se han logrado recolectar y redistribuir más de 100 toneladas de alimentos. Estos alimentos, que iban desde frutas y verduras frescas hasta productos lácteos y desayunos, fueron entregados a bancos de alimentos en toda Francia, beneficiando a miles de personas en situación de vulnerabilidad.
Según François Gras, presidente del Bapif, sólo en la villa olímpica se ha recuperado hasta una tonelada de alimentos por noche. Estos productos que han sido “rescatados” han resultado ser de gran valor para las asociaciones, por la alta calidad de los mismos.
Un modelo a seguir para eventos a gran escala
El éxito de esta iniciativa demuestra que es posible organizar eventos deportivos de gran magnitud de manera sostenible y responsable. Al establecer un sistema eficiente de recolección y distribución de alimentos, los organizadores de los Juegos Olímpicos de París han sentado un precedente que puede inspirar a otros eventos deportivos a seguir su ejemplo.
Algunos de los principales beneficios de esta iniciativa han sido:
- Reducción del desperdicio alimentario: Al evitar que toneladas de alimentos terminaran en la basura, se contribuyó a reducir la huella ambiental de los Juegos Olímpicos.
- Apoyo a las comunidades más vulnerables: Los alimentos recolectados fueron distribuidos a personas en situación de pobreza, ayudando a garantizar su seguridad alimentaria.
- Promoción de la sostenibilidad: Esta iniciativa demuestra que es posible organizar este tipo de eventos a gran escala de manera más responsable, consiguiendo minimizar el impacto ambiental.
- Sensibilización de la opinión pública: La cobertura mediática de esta iniciativa ha contribuido a sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de luchar contra el desperdicio alimentario.
Pero, ¿cuál fue el proceso para llevarlo a cabo? En realidad, la clave del éxito de esta iniciativa ha sido la colaboración entre diferentes actores:
- Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos: Fue el encargado de coordinar la logística de la recolección y distribución de los alimentos.
- Asociaciones y organizaciones benéficas: Son los que se han encargado de distribuir los alimentos a las personas necesitadas: Restos du Cœur, Missing Chain y la Federación Francesa de Bancos de Alimentos.
- Voluntarios: Numerosos voluntarios colaboraron en la clasificación y embalaje de los alimentos.
El ejemplo de estos Juegos demuestra que es posible llevar a cabo eventos y actividades a gran escala de manera sostenible. Al reducir el desperdicio alimentario y apoyar a las comunidades más vulnerables, los organizadores han dejado un legado positivo que puede inspirar a otros. Además, el triunfo de esta iniciativa ha motivado a las organizaciones benéficas a evaluar la opción de crear acuerdos similares en próximos eventos, tanto a nivel nacional como internacional.
Los Bancos de Alimentos han creado PlanB para la recuperación de alimentos en beneficio de los más desfavorecidos y del planeta. En 2023 los 54 Bancos de Alimentos repartieron 138.044 toneladas de alimentos entre 6.493 Entidades Benéficas. De ellos, más de 80.000 toneladas provenían de excedentes de la industria y la distribución.